Arrepentimiento y lágrimas...
Huye sin percibirse lento el día,
Y la hora secreta y recatada
Con silencio se acerca, y despreciada,
Lleva tras sí la edad lozana mía.
La vida nueva que en niñez ardía,
La juventud robusta y engañada,
En el postrer invierno sepultada
Yace entre negra sombra y nieve fría.
No sentí resbalar mudos los años;
Hoy los lloro pasados, y los veo
Riendo de mis lágrimas y daños.
Mi penitencia deba a mi deseo,
Pues me deben la vida mis engaños,
Y espero el mal que paso y no le creo.
Como todos los autores barrocos, me preocupé de comentar en mis poemas el paso del tiempo que tanto nos preocupa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario